En cada instante está potencialmente toda posibilidad de experiencia, sin embargo, solo se manifiesta una.

La consciencia, en su impulso de vida que la lleva a evolucionar necesita de la materia. 

Necesita de la materia en una forma concreta y específica para que pueda manifestarse una realidad concreta.

Estamos atravesando un momento en nuestra historia con cambios muy interesantes, que probablemente se recuerden en generaciones futuras. 

De hecho las generaciones futuras pueden tener futuros muy diferentes dependiendo de las decisiones que se tomen ahora. El grado de consciencia desde el cual podemos empezar a actuar va a determinar ese resultado, ese futuro. La materia con sus campos, físicos, energéticos, mentales y emocionales actuales, parecen estar preparados y al menos con la voluntad suficiente nos permitirían empezar a vislumbrar eso del, todo somos lo mismo.

Desde esa visión de unión, se podría manifestar un escenario más orgánico y natural. En donde las prioridades cambian, las organizaciones cambian, los tiempos cambian.

Se podría manifestar un espacio en donde incluso el lenguaje tuviera que adaptarse y ser más estricto y refinado. Un lenguaje que no permitiera que la palabra progreso se usará sólo para aquello que trae beneficio a alguna de sus partes como ocurre ahora. Un espacio en donde si se usara la palabra progreso, se entendiera que no hay nada que se desequilibre, ni personas ni naturaleza, para obtener un fin, una evolución. Donde la palabra progreso y armonía están interconectadas, asumiendo por supuesto, los costes que tiene la vida.

Las organizaciones cambian, pues lo que dejó de ser útil, debe sucumbir a la transformación. 

La política como instrumento de gestión y de toma de decisiones sobre un espacio no puede ser global y macro, pues la deja ajena a las necesidades comunitarias más pequeñas. La organización útil y con sentido del bienestar y progreso creará la forma más sostenible de organización, honesta y verdadera a su propósito. Igual pasará con los bancos y el dinero. Que verán, tras el desuso del dinero de las generaciones futuras, pues no lo tendrán y habrán recurrido al intercambio como moneda de cambio, que han de adaptarse a sus clientes, y para ello han de contentarlos con su utilidad. Entonces, con el tiempo, el dinero volverá a tener la finalidad para la cual se debería haber usado. La de permitir que las ideas se puedan manifestar para el beneficio del entorno.

Y los tiempos cambiarán, pues el tiempo ya no estará destinado a obtener dinero. Si hay progreso y armonía, ambos están disponibles en porciones justas y necesarias. No hay que elegir entre familia o trabajo, pues la organización abierta y de confianza en la comunidad abre la familia a los vecinos, y el cuidado vuelve a ser de todos para todos. Así el dinero se conseguirá de forma justa de acuerdo a las habilidades de la persona pues no se verá obligado a hacer cualquier cosa con tal de sobrevivir y alimentarse.

El cambio de paradigma es solo una toma de consciencia. Un entender que si hay algo en la vida de alguien que no funciona, lo que no funciona es la Vida en sí misma. Y eso nos afecta a todos como seres interdependientes.

La personalidad ha de ser vista como un espacio de expansión de habilidades y aptitudes únicas a desarrollar y compartir, ofreciendo un servicio con ellas y no como algo a moldear para encontrar el espacio en la vida. 

Desde esta visión los egocentrismos se aflojan, pues la persona ha tenido tiempo de desarrollarse y encontrarse, y desde ahí sirve a la comunidad como individuo que es.

Todo está disponible en cada instante. Solo hay que materializarlo.

Los siguientes movimientos como comunidad global serán decisivos para el cambio climático. Para la crisis financiera que abordamos. Porque vivir para trabajar y pagar ha de ser visto como una crisis financiera. Trabajar para algo más pequeño, pero cercano y tangible a de ser revalorizado de nuevo. 

Qué interés tiene para el individuo dar su tiempo a una matriz de producción global? Qué necesidad hay de realizar tareas que no tienen nada que ver con el lugar que habitas? Que progreso nos da mandar un barco con mercancía “barata” de un lugar a otro del mundo?

Y si la investigación tiene que seguir existiendo, pues áreas como la de las energías renovables y el transporte han de unirse para permitir una movilidad, el presente también nos muestra que ha día de hoy hay herramientas suficientes para comunicarse y trabajar desde el sofá de casa, sin necesidad de contaminar ni perder tiempo en desplazamientos.

Las empresas cambiarán y se enfocarán en el bienestar común. La comunidad se beneficiará de ello y creará espacios, otras empresas, bienes, ideas, escuelas que tengan como fin el bien común.

Todo esto solo pasa porque no tengamos miedo a empujar con suficiente fuerza al imperio capitalista hasta derribarlo. Derribarlo y limpiarlo desde y hasta sus cimientos para identificar las causas y motores de tal desastre natural. 

Todos estos cambios implican la muerte del yo como individuo y el nacimiento del nosotros como comunidad. No como nación, no como raza, no como ideología. Nada de eso, pues todas las anteriores vienen de una exaltación de aspectos del YO. Todos y todas con sus individualizaciones formando parte consciente y activa del entorno. Y eso solo pasa si la toma de consciencia es lo suficientemente amplia y global.

El yo individual nunca a necesitado el capitalismo. El capitalismo sin embargo sí que ha necesitado de un Yo, separado de los demás, pues ahí consume, consume porque no conoce a nadie que le pueda arreglar el coche, a cambio de unas horas de carpintería. Consume porque no conoce a nadie a quien pedirle como funciona un sistema de caldera a cambio de un buen plato de comida entre amigos.

Pero cuando dejamos de ser yo, para ser nosotros, tenemos una guia de compañeros y compañeras que cumplen con todas las necesidades que uno o el entorno puedan tener. Y si no, se aprenden, que ahí es donde se genera la oportunidad.

Y cómo estas personas han desarrollado sus habilidades en este contexto sano, donde el progreso y la armonía están de la mano, la confianza en lo que están haciendo es total. Con ello nos libraremos de personas tristes y enfadadas haciendo cosas que no quieren hacer pero hacen por sobrevivir. Y estas personas, las enfadadas, con el espacio suficiente, se reinventan, encontrando su espacio y aportación al progreso. 

Cuanto mas tendremos que sufrir las dolencias de sistemas inventados por unos pocos sin valores en su mayoría. Para que solo tengamos que pasar por un último sufrimiento, la muerte del individuo en favor del nacimiento de la comunidad.

14.marzo 2020

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